Perder el volante a 325 Km/h

Una vez se me fue el volante en una curva, sin apenas velocidad el miedo que te entra por el cuerpo no tiene nombre, no me quiero ni imaginar la misma situación a 325km/h en un prototipo sin apenas seguridad y quedándote con el volante literalmente entre las manos. ¡Acojonante!

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