Guerra de marquesinas en Silicon Valley

La industria de la tecnología luchó una estas semanas una batalla muy distinta a las que están acostumbrados, seguro que Google, Yahoo, Facebook y otras grandes compañías están acostumbradas a tener juicios entre empresas, por derechos y otros asuntos directamente relacionados con sus desarrollos, pero esta vez ha sido contra los ciudadanos de San Francisco, sus propios vecinos.

La raíz de todo el jaleo viene por el tráfico de autobuses-lanzadera entre San Francisco y Silicon Valley, más adelante dejo un mapa donde se pueden ver los recorridos. Al parecer los ciudadanos de San Francisco están muy molestos por el uso que se les da a estos autobuses gratuitos para los empleados de las compañías. Ninguna de las megacorporaciones de Internet ofrece datos públicos sobre el número de vehículos (al parecer cientos), las rutas, la frecuencia y el número de pasajeros, por lo que la gente de Stament tuvo que seguir a los autobuses durante semanas para poder hacer un seguimiento y denunciar el abuso de Google y otras empresas en el transporte, lo que hace que se saturen las líneas y los ciudadanos de a pie no puedan tener un transporte público en condiciones.

Para certificar su denuncia utilizaron bicicletas y contaron visualmente la cantidad de buses, cruzaron datos y resultó que el número de vehículos privados que usaban las líneas públicas transportaban a más de 35.000 personas en trayectos de ida y vuelta. Estos autobuses privados tienen todo tipo de comodidades y están tintados sin ningún tipo de logotipo, las paradas no están señalizadas y carecen de permisos municipales.

Esto ha provocado un gran número de denuncias contra la presencia no regulada de estas flotas de autobuses que satura e incomoda el tráfico de autobuses públicos. El alcalde ha tenido que escuchar las protestas y por fin tras quema de marquesinas, rotura de cristales y manifestaciones, ha decidido imponer un número de buses privados de paradas fijas y además, cobrará a las empresas un impuesto por utilizar dichas paradas, hasta ahora circulaban con total libertad por la ciudad. Podemos decir que un grupo de ciudadanos ha conseguido derrotar a las empresas más poderosas del mundo a nivel tecnológico. ¿Increíble no?




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